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El Lunes por la Noche vimos una de las actuaciones más vergonzosas en lo que llevamos de la temporada y de nueva cuenta estaba presente el receptor abierto de los New York Giants, Odell Beckham Jr. El jugador sigue dando de que hablar por lo que hace dentro del campo (pero fuera del futbol americano), que dentro del campo con sus números y como pudiera impactar en el juego en favor de su equipo. Ver: Pronósticos Semana 5

Es precisamente ahí el punto donde Beckham Jr. se ha convertido en un mal, aunque aún no necesario para su equipo. Y no es que todo jugador que haga o cometa actitudes negativas en el campo pero que ayude a su equipo esté justificado, pero al menos existiría la excusa. El problema es que en este caso ni una, ni otra. Beckham Jr solo ha sido un jugador que ha afectado a su equipo en el campo, pues en el partido contra Minnesota terminó con tres recepciones para 23 yardas, ambas su cifras más bajas en su carrera en la NFL.

La actitud que ha tomado de bravucón, de ser muy agresivo, pero al mismo tiempo de un ser intocable que lo lleva a reclamar a los árbitros, de buscar pleito con todo aquel que tenga el uniforme contrario, lo convierten en un jugador insoportable no solo para el aficionados, sino también para los mismos compañeros y staff de entrenadores, lo que pasa es que nadie de su equipo lo diría en público, y hasta cierto punto hacen bien, pues las cosas internas se deben tratar en el vestidor.

Uno puede entender que hay jugadores extrovertidos en la NFL y que hacen más después de una jugada, como festejar, gritar, brincar y celebrar por encima de lo permitido, pero siempre y cuando cumplan con lo que se les pide en el campo o que rindan con números y jugadas que ayuden al equipo, pero que no perjudiquen al equipo durante el partido. Bueno, pues eso no pasa con Beckham, sino todo lo contrario. Pues en su último partido no sólo terminó con estadísticas pobres sino que soltó un pase, fue castigado y Rhodes lo sacó de su trayectoria para acabar con la intercepción.

La temporada pasada vimos uno de los momentos más vergonzosos en la historia de la NFL cuando Odell Beckham Jr se lidió en un duelo contra Josh Norman donde se perdió todo estilo, competitividad y agresividad que puede generar el futbol americano para caer en una pelea vulgar, de barrio y con tintes de borrachos en cantina. Al punto donde Odell Beckham Jr intentó lesionar a su adversario.

No hay duda que Beckham Jr es uno de los receptores más espectaculares en la NFL (eso no quiere decir que es el mejor) y por lo mismo se coloca en los reflectores de aficionados, medios de comunicación y rivales, pero debe saber controlarse, debe concentrarse en lo que más le conviene a su equipo, así como lo hizo al inicio de su carrera donde consiguió 25 TDs en sus primeros 23 partidos en la Liga, además de encabezar la NFL en yardas en sus dos primeras temporadas.

Este Domingo por la Noche (por ESPN Latinoamericana) tendrá una nueva oportunidad en horario estelar de demostrar ese talento que lo ha llevado a ser considerado uno de los mejores en su posición, así como la oportunidad de dejar a un lado esa actitud negativa y perjudicial para los Giants. Tiene un gran escenario contra los Packers para cambiar esa imagen negativa que ha dejado en las primeras semanas de la temporada.