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MIsael Rodríguez le dio la primera medalla (al menos Bronce) a México en los Juegos Olímpicos de Río al asegurar su pase a las semifinales del boxeo. Después de que por 10 días la delegación mexicana vio como se esfumaban las esperanzas entre críticas y pedadradas que se lanzaban a través de los medios o redes sociales las autoridades deportivas mexicanas.

 

Finalmente llegó la medalla y al menos será de Bronce, pues Rodríguez ahora buscará su pase a la Final para por lo menos tener en la bolsa la de Plata con la esperanza de que se cuelgue la de Oro en un deporte, como el boxeo, que no le daba a México una medalla en Juegos Olímpicos desde Sydney 2000 (Bronce para Christian Bejarano).

Pero es aquí mismo donde vale la pena hacer la reflexión de como un deporte que fue olvidado (como muchos otros) desde hace varios ciclos olímpicos le da esa satisfacción a miles de aficionados que sólo veían como otros se subáin al podium; y de paso, les da tranquilidad y serenidad a unas autoridades que ante la desesperación empiezan a echarse la bolita unos a otros (normal en los federativos o políticos de México). 

Ha sido este mismo deporte del boxeo que ha estado manejado por muchos años de forma misteriosa y que se ha reflejado en la ausencia de boxeadores en los máximos lugares de los olímpicos por los últimos 16 años. Ha sido este mismo deporte que ha sostenido una batalla directa e intensa contra quien sea el titular de la CONADE y que ha encontrado a su mejor aliado en el Comité Olímpico Mexicano por varios años. Ha sido este deporte que ahora puede presumir junto con sus federativos que hasta este momento ha dado la cara por México en Rio.

Pero la CONADE no se quedará atrás y verá la forma de encontrar en sus números o en sus archivos los argumentos para poder defender una medalla obtenida por Rodríguez para justificar los gastos a los deportistas o más bien las comodidades y lujos de las que gozan los dirigentes del deporte en México. Será esta misma CONADE la que se olvidará que retiró en su momento el apoyo a este deporte; y que en su momento el mismo Rodríguez tuvo que salir a la calle con un bote y pedir dinero para poder reunir fondos y poder cumplir con el proceso de calificación a los Juegos para solventar sus gastos y los de su equipo. 

Hoy hablamos de Misael Rodríguez como el medallista (el único hasta ahora) para México en Río, pero a esa medalla le saldrán más nombres y apellidos, hoy a esa medalla se subirán más personas al podium y se colgarán de ella, como salvavidas, miles de individuos de pantalón largo. Hoy más que nunca se levantarán las voces de Carlos Padilla, Presidente del COM y de Alfredo Castillo, Director de la CONADE para pelear por su derecho a la medalla. Hoy más que nunca está medalla (que espero que no sea la única para México) puede ser la que en lugar de unir, al menos, al deporte mexicano, sea la que acabe por marcar una vez más las diferencias en las autoridades deportivas de México. Porque desgraciadamente esto se presenta muy a menudo en México. No sabemos trabajar en equipo.

Son estas mismas autoridades que no saben trabajar en equipo, que nunca con el pasar del tiempo lo han sabido hacer cuando es un concepto báscico y entendido en el deporte para poder tener éxito. Pero para las autoridades deportivas en México son más importante sus aspiraciones políticas, financieras y persaoneles que la escénica que son los deportistas. Por eso México, el deporte y sus atletas están sumidos en una terrible crisis. 

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Periodista deportivo de ESPN Internacional desde (2005-06) y 2008 al presente. Analista de futbol americano NFL en el Monday Night Football, College Football, NBAy College Basketball.